El plantel albirrojo retomó esta mañana los entrenamientos de cara a la segunda parte de la temporada que lo puede devolver a la B.

Finalizado el período vacacional, los jugadores de Talleres comenzaron esta mañana la pretemporada en Timote y Castro con la mente puesta en el 5 de febrero, día de la reanudación del campeonato (vs. Fénix en Pilar). Sin caras nuevas y con sólo un lesionado -Fernando Screpis- el conjunto dirigido por Norberto D'Angelo reanudó la labor que en cinco meses puede significar el ascenso.

El plantel trabajó en doble turno desde las 10 a las órdenes del profesor Rodolfo Barraza. Por la mañana realizó 9 pasadas por 1.000 y por la tarde trabajos físicos con pelota. La rutina seguirá alternando jornadas simples y dobles hasta que el 12 de enero una delegación compuesta por 28 jugadores y el cuerpo técnico partirá rumbo a Necochea donde se profundizará el trabajo en la arena. Luego vendrá la serie de amistosos que puede incluir algunos en la costa (Nueva Chicago posible rival) y el resto en Buenos Aires.

Con respecto a los refuerzos, el único que llegó -y llegaría- es Omar Flores. Por lo menos, así se lo hizo saber D'Angelo a los jugadores en la charla previa al reinicio de las actividades. Fueron varias las oportunidades en las que el DT afirmó en los micrófonos de Frecuencia Albirroja que "los refuerzos los tengo en el plantel" en referencia a las recuperaciones de los lesionados y de los hombres que no llegaron en plenitud física.

El primer caso es el de Lucas Fernández, quien desde hace mes y medio cuenta con el alta médica tras la operación en el hombro y arranca de cero a la par de sus compañeros. Si está bien, el "Pulpo" es fija para calzarse la Nº 5 en Pilar. Distinta es la situación de Fernando Screpis quien podría estar en condiciones de jugar en marzo, ya con el campeonato avanzado y muy cerca de la definición. Screpis es pieza fundamental dentro y fuera de la cancha y por eso viajará a Necochea: para acelerar la recuperación y por lo que significa como líder de grupo.

Hay dos casos emblemáticos que pueden tratarse como otros tantos refuerzos porque si bien no sufrieron lesiones importantes sí estuvieron en desventaja física por no haber realizado la pretemporada en julio. El primero es el de Gastón Vales quien por cuestiones personales y contractuales se incorporó tarde a los entrenamientos y fue perdiendo lugar hasta transformarse en el sexto defensor en prioridad para el DT. El otro caso es el de Cristian Saboredo quien llegó por la lesión de Screpis en la ocatava fecha pero mientras se ponía a punto sufrió varicela y recién estuvo en condiciones de ser citado en la decimoquinta. Entre los dos jugadores suman apenas 116 minutos en todo el certamen.