Se modificó el horario del partido que van a disputar Talleres y Defensores de Belgrano, y el encuentro finalmente se jugará a partir de las 15:00, en el Templo de Timote y Manuel Castro. Este cambio de horario que se produjo a 48 horas del partido es una burla más al espectador; en este caso, sería la policía de la Provincia de Buenos Aires la que no puede dar cobertura de operativo a partir de las 17:00.

 Archivo. Talleres se volverá a medir frente a Defensores, protagonista del torneo.

Una verdadera falta de respeto. De esas, a las que ya estamos tan acostumbrados en el fútbol argentino. Se modificó durante la jornada del Martes, el horario del partido que van a disputar Talleres y Defensores de Belgrano, en Remedios de Escalada, este próximo Jueves 6 de Noviembre. El encuentro se jugará a partir de las 15:00; dos horas antes del horario que se había gestionado y anunciado formalmente.

El Vicepresidente Primero Edgardo Guerrero anunció a Frecuencia Albirroja, el cambio de horario para las 15:00, que según detalló “tiene que ver con que la Policía de la Comisaría Cuarta de Remedios de Escalada manifiestó que no puede cubrir el operativo a partir de las 17:00”.

Créase o no. Suena disparatado claro, que 48 horas antes del partido, desde la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (A.Pre.Vi.De.), hallan advertido este detalle que marcaron, por el cual en este caso a partir de las 17:00, no se puede cubrir un operativo de Primera C, con sesenta o setenta efectivos nada más.

Más allá de las excusas policiales reales o virtuales, no deja de ser una falta de respeto íntegra hacia el espectador (socio; no socio; simpatizante, o otro), que es quien verdaderamente sostiene las bases de una actividad que es profesional, por el grado de adhesión que despierta en nuestra sociedad. A dos días del partido, vuelven a cambiar el horario; adelantan un encuentro, que ya había sido postergado la semana pasada -el mismo día en que debía jugarse-, por razones climáticas.

Y esa misma falta de respeto, puede verse envueltos dirigentes, que luchan todos los días para organizar un espectáculo, para el que es indispensable la convocatoria de los simpatizantes; como así también jugadores y cuerpo técnico, que modificaron sus horarios y sesiones de trabajo, en base a las imperfecciones de la programación que debería resolverse solo AFA. De hecho, el plantel de Talleres, entrenó el Domingo bajo el agua, haciendo ejercicios de pelota parada, pensando en que el Lunes debía enfrentar a Luján, en un partido que se suspendió recién a las 13:00 de ese Domingo. El sentido común de cualquier persona, indicaba que era imposible que se sostuviera la programación de un partido, que había que jugar frente al Club que representa a toda una ciudad que se encuentra íntegramente bajo el agua de la inundación; y por eso, el partido ya debía haberse suspendido unos días antes en AFA.

Otra falta de respeto más. Y no será la última.