Afuera por penales, y fin de Temporada

Talleres perdió por penales 4 – 3 ante Villa San Carlos, luego de igualar 0 – 0 en los noventa minutos, y quedó eliminado en la 1º Fase del Torneo Reducido que conduce al único ascenso que dispone la Primera B, en Berisso, en la tarde del Sábado. Se terminó prematuramente, la Temporada para el Tallarín, que se quedó sin posibilidad alguna de ascender a la Primera Nacional. En un encuentro muy discreto, con el nivel de un enfrentamiento conforme a dos equipos de irregular rendimiento. El Albirrojo, tuvo que sustituir a Fernando Enrique antes que se cumpla la primera media hora de juego, por un cuadro febril; y a los treinta y siete minutos, Lucas Farías irresponsablemente, provocó su propia expulsión y condicionó a su equipo a jugar con diez. Con un hombre menos, aguantó el empate en el complemento, frente a un Villero que no supo cómo llevárselo por delante. Así, forzó los penales. En esa definición, luego de igualar en la primera tanda de cinco penales, con tres convertidos por cada bando, se llegó a la instancia de resolución con un penal para cada uno; en ese duelo, falló Ariel Barreiro, para la visita; y convirtió Rodrigo Cao, y logró la clasificación al local, a la segunda fase. Otra frustración para el universo Albirrojo. El elenco de Remedios de Escalada, no cumplió con la expectativa de ser protagonista a lo largo de todo el certamen, y fracasó en el intento de lograr el objetivo primordial, en nueva Temporada en la apuntaba a regresar a la segunda Categoría del fútbol argentino, veintisiete años después de haber jugado por última vez en el viejo Nacional B. Ahora, vendrá el tiempo del análisis de lo que dejó esta campaña; valoración, revisión y autocrítica de cada una de las partes, que formaron parte del proceso a lo largo del año; y las definiciones de cara a la Temporada 2023, en un largo receso que habrá por delante, antes del comienzo de la próxima versión de la Primera B.

vs Villa San Carlos 1º F 2022 00

Foto Talleres 2.0. Talleres, eliminado por penales, se quedó sin posibilidades de ascender.


Fin de la Temporada 2022, para Talleres. Quedó otra vez, lejos del objetivo deseado. El ascenso a la Primera Nacional, ya no es posible en este 2022. En la fase inicial del Torneo Reducido, a través del cual se define el único ascenso a la Categoría Superior, el Albirrojo fue eliminado este primer y único encuentro que logró disputar. Pese a no haber sido superado en los noventa minutos -tampoco logró imponerse en el trámite- e igualar sin tantos, Villa San Carlos fue más eficaz en la definición por penales y con un 4 – 3, puso fin al recorrido de los de Escalada, en su búsqueda hacia el única meta ansiada. Esa, que a lo largo de todo el año, pareció estar lejos de poder alcanzar.

Este certamen de la Primera B, propone un sistema de disputa del único ascenso, muy cuestionable. En el cual, en un Torneo Reducido de cinco partidos, tal vez el ascenso a la Primera Nacional, lo pueda lograr aquel que no fue el más eficiente en la cosecha de puntos. Sin embargo, ni así pudo aprovechar Talleres, la oportunidad que se le presentó. Con un conjunto diezmado dentro de la cancha, que fue sufriendo a lo largo del último trecho, el desmembramiento de su columna vertebral por lesiones y suspensiones; que además, terminó jugando un partido determinante con diez hombres, por la irresponsabilidad de su goleador Lucas Farías, que generó su propia expulsión, el Tallarín cayó por penales. Se quedó sin chance alguna, de poder despegar de esta tercera y deslucida Categoría.

El partido, desde el minuto inicial, se jugaba estratégicamente. Ambos conjuntos, tenían en claro que era sumamente importante, no ceder terreno. Ni claudicar defensivamente. Perder en los noventa minutos, era un pecado mortal. En un único enfrentamiento, sin margen para el error, aquel que se equivocase durante el tiempo regular, no tendría otra chance en el año.

La visita, presentaba varias las bajas por suspensión y lesiones, de algunos titulares habituales, como Cristian Godoy, Luciano Arcuri, Norberto Palmieri y Franco Pulicastro. En consecuencia, se vio obligada a reconfigurar el equipo y reacomodar las piezas, por ejemplo en defensa, para dar batalla en base al sistema táctico clásico de Norberto D’Angelo.

En ese contexto, arrancó mejor el Villero. A los dos minutos de juego, tras un flojo despeje de Ariel Barreiro, la pelota cayó en los pies de Juan Ignacio Saborido, que levantó el centro pasado al segundo palo. No llegó a conectar Maximiliano Badell, por muy poco.

Tras esos primeros cinco minutos, en lo que Villa San Carlos había mostrado mayor efervescencia en ataque, el Tallarín logró hacerse del balón y bajarle intensidad al duelo. Con algunos pelotazos y movimientos verticales, le quitó el protagonismo a los de Berisso.

A los siete minutos, llegó un tiro de esquina por el sector izquierdo. El encargado, Fernando Enrique, con un centro abierto, encontró a Nicolás Malvacio. El marcador central, cabeceo solo y de frente al arco. La bocha, pasó muy cerca, a unos centímetros del travesaño, frente al arquero Rodrigo Benítez, que levantaba sus manos.

En diecisiete minutos, se empezó a animar el Tallarín. La peinó Ariel Barreiro, a la altura de la mitad de la cancha; controló Luciano Machín y dio un pase atrás, a Ignacio Oroná. Sin embargo, Lucas Farías le ganó la pelota, y jugó con Alejandro Aranda. El delantero santiagueño, desde afuera del área, probó suerte. El esférico, se fue desviado y se perdió a unos metros del palo izquierdo.

El ritmo de juego, no tenía la misma dinámica del comienzo. Los visitantes, estaban atentos a los errores del local, para buscar el desequilibrio explosivo, de la mitad del campo hacia adelante.

Pero las cosas, se complicaban. A los veintiocho minutos, no pudo continuar Fernando Enrique. Pidió el cambio, dado que se encontraba muy afectado por un fuerte estado gripal, además que había llegado entre algodones, por un problema en el aductor. De esta manera, Talleres perdía a su figura y capitán, como motor del equipo. Fue reemplazado por el juvenil Diogo Guzmán, de 16 años, quien se soltó y estuvo a la altura de las circunstancias.  

El encuentro, era parejo. Digno de dos conjuntos de mitad de tabla. Sin deslumbrar, el equipo de Norberto D’Angelo, buscaba alguna hueco en la defensa Celeste. En treinta y cuatro, luego de una penetración de Diogo Guzmán entre tres rivales, y un remate de Ariel Barreiro, que rechazó Ignacio Oroná, le quedó el balón a Sebastián Gallardo. Pero desde la puerta del área, el mediocampista central pateó muy desviado.

Sin embargo, un acto de irresponsabilidad, condicionó y complicó definitivamente, al Albirrojo para lo que aún quedaba por delante. A los treinta y siete minutos, el árbitro Edgardo Zamora, amonestó a Lucas Farías, por una protesta. Y con una actitud insólita e irrespetuosa, el delantero aplaudió de manera irónica al árbitro, con la palma derecha de la mano mirando hacia arriba. Como consecuencia directa, Edgardo Zamora, no dudo en mostrarle la tarjeta roja. Lo expulsó. El goleador, dejaba con diez a su equipo, y lo comprometía demasiado, para el resto de la tarde.

A partir de este desequilibrio de fuerzas, San Carlos quiso aprovechar el hombre de más. Aunque careció de lucidez, para fabricar alguna acción contundente, antes del cierre de la etapa inicial. A raíz de aquella expulsión, Diego Guzmán pasó a jugar como punta, para acompañar a Alejandro Aranda. Mientras, el elenco visitante, trató de cerrar el primer tiempo, sin perder el orden.

El complemento, propuso un desafió distinto para los de Escalada. Con uno menos en campo, se propuso en el arranque, que el rival no lo arroyara y metiera contra su arco. Y quedó relegada, la búsqueda con más jugadores en ofensiva.

Le costaba llegar con claridad, al dueño de casa. Recién sobre los nueve minutos, asomó en ataque, con una buena jugada de Agustín Sienra, que con mucha potencia, se metió en dirección al área. Abrió para Alejandro Lugones y éste, remató al primer palo. Muy atento, desvío Nicolás Malvacio, con una barrida, apareció para despejar el peligro.

Ya promediando la complementaria, dominaba Villa San Carlos, aunque no era muy superior. En dieciocho minutos, Matías Samaniego se filtró en profundidad. A la altura del área grande, jugó atrás con Agustín Sienra, quien levantó un centro al segundo palo. Allí, controló Alejandro Lugones. Pero tras rematar al arco, se encontró con la pierna de Marco Lambert, que obturó el disparo. En el rebote, el mismo Alejandro Lugones, descargó hacia afuera del área, y la maniobra se diluyó con una desprolija resolución de Juan Saborido.

Pasada ya más de media hora de la etapa final, era evidente que el Tallarín entendía que no era un mal negocio, cerrar los noventa minutos con un empate y buscar desde el punto del penal, su clasificación a la siguiente instancia. Le costaba muchísimo, generar de mitad de cancha hacia adelante, alguna acción nítida para quebrar el cero en el marcador.

Los dirigidos por Miguel Restelli, tampoco podía resquebrajar la defensa de un rival, que especulaba para que se consumiera el tiempo, con movimientos lentos y toda clase de artilugio, que enfriaron el ritmo del juego. De todos modos, el Entrenador prefirió no recurrir a sus jugadores alternos, y aguantó con aquellos que tenía en el campo.

La última y más clara, fue para el local, a los cuarenta y siete minutos. Luego de un disparo de Alexis, Nicolás Monserrat rechazó en el cuadro menor. El rebote, fue capturado por el mismísimo Alexis Alegre, que remató con una especie de centro rasante, que no llegó a conectar Matías Brianese, debajo del arco. Se salvó Talleres. Y la resolución de la llave, fue derecho a los penales.

En esa instancia tan determinante, resultó fundamental la eficacia de Villa San Carlos, para quedarse con el pase a la ronda siguiente.

Arrancó pateando el primer penal, Nicolás Monserrat para Talleres y convirtió. Y terminó en gol, el también el disparo de Lucas Licht, para la Villa, en el inicio. En lo sucesivo, en esa primera serie, por el lado del Albirrojo, Marco Lambert, tiró el suyo por encima del travesaño; Luis Monge, anotó; el arquero Rodrigo Benítez, tapó el disparo de Nicolás Malvacio; y Alejandro Aranda, señaló el gol. En el Celeste, Alexis Alegre, estrelló la ejecución contra el palo; y Matías Samaniego, reventó la pelota contra el travesaño; mientras que, Matías Brianese y Agustín Siena, anotaron goles. Habiendo igualado también al cabo de la serie de cinco penales, se produjo la definición a través de un penal para cada elenco. Fue entonces, cuando Ariel Barreiro disparó por encima del arco; y Rodrigo Cao, envió el balón al fondo de la red, para que Villa San Carlos gane el duelo y clasifique a la Segunda Fase del Reducido. La Villa, sigue adelante en la batalla por el ascenso y el Tallarín, se despidió sin gloria de este Torneo.

Con la eliminación consumada, la frustración, decepción, desazón y fastidio, se adueñaron del alma Albirroja, una vez más. El elenco de Remedios de Escalada, deberá seguir jugando en la Primera B y atrás quedó el sueño del ascenso. Aquel, que por varias razones, se vuelve a resignar. Un final que está conectado, con lo que ha sido el discreto nivel que mostró el equipo, a lo largo de todo el año. De hecho, llegó  a jugar el Torneo Reducido, sin haber conseguido un triunfo en los últimos seis compromisos -con cuatro derrotas, en ese segmento-, y tras su actuación en Berisso, acumuló un séptimo sin ganar. Los números, ayudan a graficar.

Probablemente, se quedó sin posibilidades de ascender, como consecuencia de su performance inestable; endeble, que nunca encontró una regularidad en el rendimiento. Con dos Entrenadores distintos, Fabián Lisa, en el Apertura; y Norberto D’Angelo, en el Clausura, este conjunto estuvo lejos de poder tener el protagonismo principal, en la lucha por los primeros puestos. Le costó encontrar una identidad en su juego; y una fisonomía de juego efectiva -tocando y presionando; o a puro pelotazos- que lo destacara por encima del resto en la Categoría, más allá del estilo que cada Técnico quiso impregnarle. Una campaña, en la que no supo dar muestras de carácter, en compromisos bisagra. Perdió encuentros claves en más de una oportunidad, en aquellas ocasiones que se le presentaron, para dar el salto hacia el primer nivel de la tabla.

Ahora, vendrá el tiempo del larguísimo receso. E inmediatamente, la dirigencia vinculada al fútbol de Talleres, deberá revisar lo hecho, en sus decisiones y acciones practicadas, con espíritu autocrítico, asumiendo sus errores, para poder sacar conclusiones. Habrá negativas y otas positivas. Y tendrá que resolver hacia el futuro, desde lo organizativo.

Una vez más, Talleres estará parado en el devaluado escenario de la próxima Primera B Metropolitana. Con la responsabilidad de asumir el contexto y cargando con el peso de las frustraciones más recientes, tendrá que trabajar con inteligencia y pragmatismo, para tratar de no cometer errores del pasado inmediato y encarar el nuevo desafío que deparará el 2023.


SISTESIS:

VILLA SAN CARLOS 0 (4)

Rodrigo Benítez; Luciano Machín, Federico Slezack y Agustín Sienra; Ignacio Oroná; Juan Ignacio Saborido (78’ Emanuel Sosa), Alexis Alegre, Lucas Licht y Maximiliano Badell (45’ Matías Brianese);  Alejandro Lugones (65’ Rodrigo Cao) y Matías Samaniego.

Suplentes: Neyder Aragón Carmona; Agustín Russo, Ángel Acosta y Pablo Miranda. 

DT: Miguel Ángel Restelli.

TALLERES 0 (3)

Mauro Casoli, Nicolás Monserrat, Nicolás Malvacio y Marco Lambert; Luis Monge, Sebastián Gallardo, Patricio Romero y Ariel Barreiro; Fernando Enrique (28’ Diogo Guzmán); Alejandro Aranda y Lucas Farías.

Suplentes: Agustín Mengua, Alan Salmanton, Ángel Gómez, Isaías Ciavarelli, Dylan Vergara y Jonatan Benedetti.

DT: Norberto D’Angelo.

Penales: Convirtieron: Lucas Licht, Matías Brianese, Agustín Sienra y Rodrigo Cao (VSC); Nicolás Monserrat, Luis Monge y Alejandro Aranda (T); Estrellaron contra el palo: Alexis Alegre y Matías Samaniego (VSC); Contuvo: Rodrigo Benítez (VSC) a Nicolás Malvacio (T); Desviados: Marco Lambert y Ariel Barreiro (T).

Amonestados: Sebastián Gallardo, Ariel Barreiro y Luis Monge (T).

Expulsado: 37’ Lucas Farías (T).

Estadio: Villa San Carlos (Buena).

Árbitro: Edgardo Zamora (Regular).

Asistentes: José Mendoza y Arnaldo Melgarejo.

Cuarto Árbitro: Juan Cruz Robledo.

Recaudación: No fue suministrada.

Público: 2100 personas aproximadamente.