El Albirrojo derrotó 1 – 0 a Justo José de Urquiza, con un precioso gol de Norberto Palmieri, en la tarde del Lunes feriado, en Remedios de Escalada, por la 2º fecha del Torneo Clausura, en lo que fue el reestreno de Norberto D’Angelo como Técnico, en el arranque de su cuarto ciclo en Talleres. El local, en un partido cerrado y chato, como el que se había dado en la primera mitad, abrió el marcador en un momento clave, a los cuatro minutos del segundo tiempo, con un golazo desde afuera del área. En ventaja, el equipo administró mejor el trámite; y hasta pudo haber ampliado la cuenta, en pasajes donde mostró superioridad, ante un pobrísimo rival. Con cambio de esquema táctico, y el debut del juvenil Ariel Barreiro, ofreció una mejor versión en el complemento. Los dirigidos por José Romero, no lograron inquietar decididamente y sólo atinaron a reaccionar espasmódicamente. Con este triunfo, el Tallarín dejó atrás una racha de cuatro partidos sin victorias, y llegó a meterse en grupo de los siete punteros que tiene el Clausura, todos ellos con cuatro puntos cosechados. Además, estos tres puntos permitieron que alcance la octava colocación en la Tabla General.
Foto Mono Gómez. Alejandro Aranda, celebra el gol junto a Norberto Palmieri.
Victoria, en el primer partido de esta una nueva etapa de Norberto D’angelo como Entrenador en el Albirrojo, para convalidad aquella vieja frase que proclama la concepción que: “técnico que debuta, gana”.
Con pocos días de trabajo, para madurar otra idea en la ejecución de la partitura, que incluyó el cambio de sistema táctico, el equipo tuvo que afrontar el compromiso. El nuevo Talleres, utilizó un esquema propio del que viene empleando Norberto D’Angelo, en los últimos años. Se paró en la cancha con cinco defensores, de los cuales dos de ellos, fueron las salidas por los costados; dos mediocampistas, alojados cerca del círculo central; un enlace y dos atacantes, para organizarse la distribución de espacios, en el terreno de juego.
En una cancha bastante irregular, en la que no se notaron efectos benévolos de su resiembra y resulta complicadísimo, poder dar un pase preciso a menos de un metro, en el comienzo del encuentr, ninguno de los dos, lograba el control del balón.
Allá por los siete minutos de la primera parte, llegó un tiro de esquina por el sector derecho para Talleres, ejecutado por Luciano Arcuri. Así, asomó un centro pasado y abierto, que encontró destinatario en Patricio Romero. Aunque el ahora mediocampista central, buscó sorprender con una pirueta, el balón se fue lejos del palo izquierdo de Juan Pablo Noce, contra el arco que da espaldas a la Tribuna Ángel Bosio.
No pasó demasiado durante la primera media hora. El duelo, no tomaba envión ni ritmo. El mediocampo, estaba superpoblado de mediocampistas. De todos modos, el dueño de casa, intentaba un poco más que el visitante. Con algunas variantes desde lo posicional, Fernando Enrique jugaba por el andarivel central de la cancha, para intentar conectar con los dos delanteros.
A los treinta y uno, Talleres generó la segunda situación interesante. Patricio Romero, jugó con Ariel Barreiro. Y el juvenil, de buena actuación en su debut en la Primera División, tocó para Fernando Enrique, quien avanzó unos metros con la pelota, por el carril izquierdo. Enganchó para adentro y sacó un buen disparo al primer palo, que pegó en la parte de afuera de la red. Muy clara, pese a no ser efectiva.
Tres minutos más tarde, seguía dominando Talleres. Con poco. Era superior al rival. A los treinta y cuatro, Alejandro Aranda abrió hacia la derecha, aprovechando la proyección de Luciano Arcuri y éste, levantó un centro con el que encontró la cabeza de Lucas Farías, que buscó direccionar la bola al primer palo. La misma, pasó cerca del palo izquierdo del arco defendido por Juan Pablo Noce.
Norberto Palmieri, equilibraba las fuerzas en la mitad de la cancha, para ordenar defensivamente y permitir que se soltaran los mediocampistas, buscando vulnerar a un rival que con sus movimientos flexibles desde lo táctico, tampoco lograba hacerse de la administración del juego.
La última de ese primer tiempo, se produjo a los cuarenta y uno. Fue para el local también. Tiro de esquina cerrado, ejecutado por Fernando Enrique. Mala salida de Juan Pablo Noce, quien le erró a la pelota; y Patricio Romero, no pudo convertir el primero de la tarde para Talleres. La bocha, se perdió cerca del palo izquierdo.
Así, se bajó el telón del primer acto, de un espectáculo chato. Demasiado cerrado y muy friccionado. El cero del marcador, era el fiel reflejo del volumen de juego ofrecido por los protagonistas.
Sin embargo, en el amanecer del segundo tiempo, las cosas comenzarían a destrabarse favorablemente, para el que más había intentado romper con la hegemonía del cero.
A los cuatro minutos, Fernando Enrique propulsó un centro, que rechazó de cabeza Federico Presedo. Y el rebote, cayó en la puerta del área grande, donde se encontraba Norberto Palmieri, a la altura del semicírculo que la envuelve. Desde allí, el mediocampista central, recibió y maniobró con un jueguito, para quedar de espaldas al arco. E inventó una definición de “Playstation”, que incluyó un sombrero para acomodarse hacia la derecha; la dejó picar una vez, y sacó una volea desde afuera del área, que se incrustó en el palo derecho de Juan Pablo Noce. ¡Golazo Albirrojo! Así, se puso en ventaja 1 – 0 el elenco de Escalada, cuando había mucho por recorrer en la tarde.
Esa apertura del marcador, fue clave para el Tallarín, que gozó de su mejor momento en el encuentro, en los minutos siguientes. Era el momento de Talleres.
A los cinco minutos de ese complemento, un espectacular pase de Fernando Enrique, habilitó a Lucas Farías, que ganó a espaldas de los dos único defensores de Justo José de Urquiza que estaban en la última línea. Y asistió con un pase perfecto al medio, a Alejandro Aranda. Pero frente a otra acción manifiesta de gol, el delantero oriundo de Santiago del Estero, definió al cuerpo del arquero, que tuvo que recurrir a una salida desesperada, y terminó rechazando con su pierna. Una gran oportunidad, que no logró ser capitalizada en el tanteador.
No obstante, ese momento de efervescencia en ofensiva, no se terminó de plasmar en situaciones nítidas de gol. El equipo Rojo y Blanco, justificaba largamente el triunfo, abriendo su propio panorama de juego, con movimientos más simples y no tan preestablecidos. Sin embargo, carecía de precisión en los últimos treinta metros, para ajustar aún más el resultado a la diferencia que exhibía en el campo, frente a un diminuto rival.
El Entrenador José Romero, buscó sacudir la pasividad del elenco Celeste en el campo, y mandó a la cancha tres cambios juntos, faltando veintidós minutos por jugarse. Apostaba a hacerse de la pelota y someterlo desde lo físico de los que ingresaron en ese tramo: Bruno Bogado, José Villalba y Nahuel Fernándes Silva. A decir verdad, ese plan no resultó efectivo y Justo José de Urquiza no tuvo mayor volumen en sus contracciones de mitad de cancha hacia adelante.
El tiempo se iba consumiendo y más allá de las intenciones de los de Loma Hermosa, no generaba acciones de relevancia sobre el arco de Mauro Casoli, que había mostrado dificultadas para contener con firmeza las pelotas que llegaron desde el aire.
La última del partido, pese a que no había fabricado situaciones de peligro prácticamente, fue para Justo José de Urquiza. A los treinta y seis minutos, José Villalba asistió a Mauro Bogado, quien enganchó y sacó un remate de afuera del área, al medio, que controló sin problemas Mauro Casoli.
Ya en los minutos finales, Talleres utilizó algunos recursos para dejar correr el reloj, como la vieja confusión sobre quienes debía dejar el campo, a la hora de introducir las últimas variantes, y otros artilugios similares, propio de los equipos experimentados, que enfriaron la tibia respuesta de los visitantes.
Así, el elenco conducido por primera vez en esta etapa por Norberto D’Angelo, se adueñó de los tres puntos y logró la primera victoria en este Clausura 2022. Con el triunfo, y aquel punto obtenido en la Barranca quilmeña, en la primera presentación, Talleres se sumó al tren de los punteros que tiene este certamen. Además, subió hasta el octavo peldaño, en la Tabla General, que tanto importará si existe un Torneo Reducido para definir el ascenso.
Indudablemente, tendrá que seguir trabajando para pulir varios aspectos de lo que hace a su funcionamiento. Al mismo tiempo, deberá ir amoldándose a los conceptos que el orientador táctico recién llegado pretende, sabiendo que el Torneo es muy corto y que no ofrece huecos en la agenda, para poder hacerlo con tranquilidad y paciencia. Claro que, es mejor construir una nueva era partiendo de un resultado positivo, porque las victorias son aquellas que alimentan la campaña y cooperan indispensablemente con la ambición de alcanzar un objetivo satisfactorio.
SISTESIS:
TALLERES 1
Mauro Casoli; Luciano Arcuri (92’ Luis Monge), Nicolás Monserrat, Cristián Godoy, Nicolás Malvacio y Ariel Barreiro (74’ Marco Lambert); Norberto Palmieri y Patricio Romero; Fernando Enrique (79’ Jonatan Benedetti); Alejandro Aranda (92’ Ángel Gómez) y Lucas Farías (79’ Matías Sosa).
Suplentes: Nicolás Rodríguez y Diogo Guzmán.
DT: Norberto D’Angelo.
JUSTO JOSÉ DE URQUIZA 0
Juan Pablo Noce; Federico Presedo, Rodrigo Cavallera, Sebastián Silguero y Mariano Díaz; Kevin Dubini (77’ Facundo Sturlesi), Matías Iglesias (68’ Bruno Bogado), Leandro Vera y Alejandro Igartúa (68’ José Villalba); Sebastián Montero y Damián Bogado (68’ Nahuel Fernándes Silva).
Suplentes: Eros De Luca, Alejandro García y Walter Lugo.
DT: José Romero.
Gol: 49’ Norberto Palmieri (T).
Amonestados: Nicolás Malvacio y Patricio Romero (T); Rodrigo Cavallera y Sebastián Silguero (JJU).
Estadio: Talleres (Mala).
Árbitro: Eduardo Gutiérrez (Bien).
Asistentes: Leandro Vieta y Julio Verón.
Cuarto Árbitro: Sebastián Habib.
Recaudación: No fue suministrada.
Público: 1000 personas aproximadamente.
Foto Mono Gómez. El remate de Norbeto Palmieri, va camino a incrustarse en la red.
Foto Mono Gómez. Norberto D'angelo, volvió a dirigir Talleres, luego de once años.
Foto Mono Gómez. El Albirrojo, fue superior a J. J. Urquiza y justificó el triunfo.
Foto Mono Gómez. Un agarrón sobre Ariel Barreiro, en su debut como titular.
Foto Mono Gómez. La tarde de los agarrones. Aquí, sobre Lucas Farías.
Foto Mono Gómez. Un agarrón sobre Ariel Barreiro, va al piso, y Patricio Romero busca la pelota.
