Grito y delirio, para cantar victoria

Talleres le ganó 1 – 0 a Defensores Unidos, en Escalada, con un gol en tiempo de descuento, anotado por Nahuel Benítez, para el delirio de su gente y sumar tres puntos vitales, buscando terminar entre los primeros seis de la tabla y clasificar a la Copa Argentina 2020. El partido, fue muy chato, desprolijo; el Tallarín no jugó bien, apenas si había generado un par de aproximaciones al arco rival, pero un centro de Nahuel Benítez en el minuto noventa y uno, terminó dentro del arco de Juan Figueroa, quien no tuvo respuesta, y así el Albirrojo ganó un partido en el que no merecía las tres unidades. El elenco de Rodolfo Della Picca, sumó catorce puntos en este segundo tercio de seis compromisos jugados; acumula esa cantidad de partidos sin conocer la derrota, y por pragmático, desató el grito furioso de júbilo y locura de sus hinchas, que sueñan con ver al equipo metido en la pelea por llegar lo más alto posible.

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Foto Anabella Checca - Depto Prensa C. A. Talleres. Nahuel Benítez se sacó la camiseta para celebrar.


El Albirrojo, consiguió un triunfo importantísimo de cara al tramo final del campeonato, con la mira bien puesta en escalar posiciones para el Reducido del cierre de temporada y sobre todo, para soñar con la clasificación a la Copa Argentina 2020.

Había que ganar como sea; de la manera que sea. Y Talleres lo logró, en el último suspiro del partido, el centro/gol de Nahuel Benítez que dejó la vida en esa última corrida, para estampar el tanto que selló la victoria para el conjunto de Escalada.

Partido muy parejo a lo largo de los noventa minutos. Talleres, le cedió la pelota a Defensores Unidos, que mucho no pudo hacer en ofensiva. El buen juego que presentó el conjunto de Darío Lema, en el tratamiento de la pelota, no pudo plasmarlo con contundencia ofensiva en Escalada, debido al buen planteo de Rodolfo Della Pica, que logró cortar los circuitos de juego de manera muy efectiva. Precisamente, uno de los aspectos en los que ha mejorado y mucho el conjunto Tallarín, desde la llegada del flamante Entrenador, que ya acumula seis encuentros sin conocer la derrota y mantiene su invicto desde su arribo, es esa forma de pragmática de disputar cada duelo desde lo táctico.

En el primer tiempo, no pasó absolutamente nada. Sin situaciones de peligro, con un juego muy friccionado, parejo y demasiado disputado, donde ninguno de los dos, lograba imponerse en la batalla de la mitad del campo.

Recién a los cuarenta y dos minutos, se registró la primera llegada clara del conjunto visitante, con un remate desde afuera del área de Franco Tisera que controló de manera efectiva el arquero Ezequiel Cacace.

Luego, segundos después de esa acción, en la maniobra siguiente, Matías Sosa apareció con una de sus individualidades, sacando provecho de su velocidad y habilidad para el hombre contra hombre, y llegó a profundizar con un disparo que se desvío en el cruce de Matías Penela hacia el córner, siendo así la aproximación más clara del Tallarín en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Talleres no jugó un mal primer tiempo, defensivamente fue muy sólido, pero en el sector medio y en el frente ofensivo, no tuvo juego y ni fue preciso en la gestación del mismo.

En el complemento, el trámite arrancó de la misma manera. En el Albirrojo, Nicolás Sainz debió dejar la cancha por una indisposición estomacal y su reemplazante, Luciano Vargas, se acomodó como primer marcador central y desplazó hacia la izquierda al otro central, Cristian Godoy. Pese a ello, la estructura defensiva no se resquebrajó y mantuvo el orden.

Con el transcurrir de los minutos, ambos elencos empezaron a arriesgar, con el objetivo de conseguir algo más que solamente un punto, pero carecían de lucidez y dinámica para sacar al partido de la categoría “bodrio”, en la que parecía encallado.

La primera acción de peligro, fue para los Zarateños, a los veintitrés minutos, con un tiro libre de posición inmejorable de Julián Giménez Pilutik, que se fue muy desviado por encima del travesaño. Luego hubo varias aproximaciones, sin demasiado peligro.

Defensores Unidos, a través del juego por los costados o de algún envío aéreo para sus delanteros, intentó superar el buen bloque defensivo Tallarín, que fue sólido y eficiente durante todo el encuentro. 

Los minutos se consumían en el Templo, y el partido seguía siendo demasiado chato, e inexorablemente el cero en el marcador, era el fiel reflejo de lo pobre de la producción. No obstante, estaba claro que la única forma de quebrar el marcador, era con una jugada de “otro partido” o un aprovechamiento integral de un error del rival. Y así, fue como se destrabó el nudo finalmente.

Matías sosa tuvo la más clara hasta allí, recién a los cuarenta y cinco minutos, sobre el sector derecho, luego de recibir un centro de Maximiliano Badell y ante un mal cálculo del arquero Juan Figueroa, pero no pudo conectar bien y la pelota se fue muy cerca del palo izquierdo.

Talleres no logró encontrar su juego ni crear un puñado situaciones de peligro, siendo así un reflejo de que ambos elencos estuvieron muy ordenados. Sin embargo, en la última situación del partido, llegó un premio demasiado grande, y con él, apareció el desahogo y delirio Albirrojo.

Luego de un envío largo de Gabriel Seijas, nació la gran corrida de Nahuel Benítez, que llegó casi entrando al área, con la última bocanada de aire que le quedaba. El delantero, envió un centro cerrado, que terminó colgándose dentro de la valla por encima del arquero Juan Figueroa, que pifió otra vez el cálculo, y así fue como a los cuarenta y seis minutos, Talleres abrió y cerró al mismo tiempo, el marcador para abrochar tres puntos que cotizan en la “bolsa de valores”.

El Tallarín, pese a no haber jugado un buen partido en ataque, volvió al triunfo luego de dos empates consecutivos; sumó puntos en cadena, en su sexto compromiso seguido; goza de un parcial altamente satisfactorio en la cosecha de puntos, y se mete en la pelea por la clasificación a la Copa Argentina 2020. Y obviamente, si bien mira de reojo todavía la cima del torneo, continía con la suma de puntos necesaria, para meterse el Reducido de final de temporada.


SINTESIS:

TALLERES 1

Ezequiel Cacace; Patricio Romero, Cristian Godoy, Nicolás Sainz (45’ Luciano Vargas) y Nicolás Malvacio; Luciano Arcuri (87’ Maximiliano Badell), Gabriel Seijas, Adrián Maidana y Juan Manuel Trejo (61’ Ángel Prudencio); Matías Sosa; y Nahuel Benítez.

Suplentes: Lucas Zeiden, Jonatan Soria, Alejandro Aranda y Dylan Vergara.

DT: Rodolfo Della Picca.

DEFENSORES UNIDOS 0

Juan Figueroa; Lucas Monzón, Agustín Gómez, Alfredo Resler y Joel Ghirardello; Carlos Olsen (60’ Mauro Bustos), Julián Giménez Pilutik, Matías Penela y Damián López Samaniego; Franco Tisera (81’ Nicolás Toloza) y Nicolás Ferreyra (77’ Mateo Escobar).

Suplentes: Damián Tello, Nahuel Calvo, Braian Ceballos y Emmanuel Cáceres.

DT: Darío Lema.

Gol: 91’ Nahuel Benítez (T).

Amonestados: Nahuel Benítez (T); Matías Penela y Joel Ghirardello (DU).

Estadio: Talleres (Regular).

Árbitro: Paulo Vigliano (Bien).

Asistentes: Fernando Benítez y César Córdoba.

Cuarto Árbitro: Damián Rubino.

Recaudación: No fue suministrada.

Público: 2.000 personas aproximadamente.


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Foto Anabella Checca - Depto Prensa C. A. Talleres. El equipo, festejó ante su público, el triunfo.