Talleres empató 1 – 1 frente a Los Andes, en Remedios de Escalada, en un clásico que terminó con el reparto de puntos y resultó poco product, para las necesidades de ambos elencos. Luego de una primera mitad, en la que no abundaron las situaciones de peligro, y Talleres tuvo un poco más de protagonismo y un leve dominio territorial, llegó la acción fuerte en el complemento. A los tres minutos del segundo tiempo, el Tallarín sorprendió con una buena maniobra y Juan Bautista Miritello, clavó la pelota en el ángulo, para abrir el marcador. Pero los de Escalada, no supieron defender el resultado. Y los de Lomas, llegaron a la igualdad. A los catorce minutos, producto de un tiro de esquina, Leandro Lugarzo fulminó a Ezequiel Cacece, con un cabezazo potente. El equipo de Mariano Campodónico, intentó ir por la victoria, pero no supo generar las situaciones de gol que precisaba. Y el elenco de Sebastián Salomón, se abrazó al punto aunque le sirvió poco, para trepar en el Clausura. Talleres quedó antepenúltimo en la Tabla de este Torneo y su principal objetivo ahora, es ser sumar para no caerse en la Tabla General y perder el puesto, que por ahora conserva entre los últimos que clasificarían para el Reducido.
Foto Mono Gómez. Fernando Enrique, salta y se despliega, en el duelo ante Lomas.
Igualdad en el clásico, entre Talleres y Los Andes. Otro empate para el Tallarín. Y una nueva oportunidad desperdiciada, para sumar de a tres. En el comienzo de la Era de Mariano Campodónico, como nuevo Entrenador del Albirrojo de Escalada, el equipo mostró mayor actitud en ofensiva. Aunque volvió a padecer por su falta de eficacia, para sostener el resultado. Y más allá de las intenciones, la unidad cosechada, no le sirve demasiado. No despegó del fondo de la Tabla del Clausura; y no logró mejorar su situación en la general.
El clásico, entre dos barrios míticos del Sur del Gran Buenos Aires, como lo son Remedios de Escalada y Lomas de Zamora, representados por Talleres y Los Andes, careció en el arranque, de ese marco natural que la presencia del público, le da a cualquier espectáculo que reúne condiciones destacadas. Y por carácter transitivo, los protagonistas, tardaron demasiado en hacer efectiva la interpretación de esa vibración, en el campo de juego.
En el comienzo del duelo, Talleres fue un poco más que Los Andes. El equipo que tenía por primera vez a Mariano Campodónico en el banco de suplentes, presionó desde el arranque. Esencialmente, durante los primeros veinticinco minutos. En consecuencia, el rival tenía problemas para salir jugando desde el fondo con libertad y firmeza, y dejaba muchas dudas en sus movimientos defensivos.
A los once minutos, el Tallarín asomó por primera vez con fuerza, sobre el arco de Leandro Brey. Jorge Márquez, desde el mediocampo, desbordó por la derecha y metió un centro, al vértice del área grande sobre el sector izquierdo, que Sasha Marcich terminó desperdiciando, con un remate que se perdió por encima del arco.
Tres minutos más tarde, Los Andes mostró su carta de presentación más peligrosa, en el campo contrario. Gianluca Caruso, arrancó furiosamente con la pelota, en la mitad de la cancha, desbordando por la derecha. Y a la altura de la puerta del área grande, descargó el balón en Facundo Quintana, quien disparó muy por encima del travesaño. Con velocidad, el Mil Rayitas, complicó en ofensiva.
Sin embargo, los de Escalada tomaron la iniciativa otra vez. Y a los dieciséis minutos, repitieron la fórmula de la primera jugada de riesgo, que habían generado un rato antes. Jorge Márquez, que fue lo mejor que mostró el local en ese primera parte, ganó la cuerda justo sobre el lateral por la derecha, dejando atrás a Alejandro García. Cuando pisó la línea del área grande, metió un centro que Delfo Minervino, apenas alcanzó a despejar. Y en el rebote, Iván Becker terminó rematando muy alto.
Sasha Marcich era una de las cartas de salida por la izquierda. Buscaba penetrar por ese sector. La inclusión de Martín Río en el mediocampo, como contrapunto de Iván Becker, logró darle al equipo, mayor presencia y equilibrio en la marca, en un sector clave para disputar la pelota. En ese tramo del partido, Fernando Enrique se mostraba participativo y motorizaba el juego colectivo.
Promediando la primera mitad de la etapa inicial, esa presión que Talleres había ejercido hasta allí, comenzó a desinflarse. Ambos conjuntos, mermaron la intensidad en el juego. El Albirrojo de Escalada, perdió posesión de la pelota. El Mil Rayitas, ajustó su planteo en la mitad de la cancha.
Sobre veintiocho minuto, y tras una mala resolución defensiva del local para despejar el peligro, Juan Miritello entregó mal, el balón. Marcelo Vaca, recuperó la pelota en tres cuarto de cancha. Y Alejandro García, emitió un disparo de media distancia, que Ezequiel Cacace logró controlar.
El reloj marcaba el minuto treinta y dos, cuando el elenco de Sebastián Salomón, volvió a llegar con peligro, sobre el arco de la tribuna José Salomón. En tres cuarto de cancha, Facundo Quintana recibió la pelota y habilitó a Marcelo Vaca, por el costado izquierdo, que ganó en un terreno franco, a espaldas de Luis Monge. El lateral/mediocampista izquierdo, se animó y metió un disparo en forma de centro, que Ezequiel Cacace contuvo en dos tiempos.
El Albirrojo de Escalada, mostraba debilidad en la marca a espaldas de sus laterales. Y Los Andes, quería sacar alguna ventaja en ese juego táctico.
Más adelante, a los treinta y cinco minutos, Talleres volvió a tener una pelota detenida a su favor. Pero esta vez, no supo ser efectivo para capitalizarla. Fernando Enrique, envió el tiro de esquina desde el sector derecho. Juan Miritello, entrando en velocidad, superó la marca de Delfo Minervino y metió un cabezazo fuertísimo, que se perdió apenas al lado del palo derecho de Leandro Brey.
Al cabo de la primera parte, Talleres dejó una mejor imagen, en base a su ambición por tratar de ganar el partido, aunque no había logrado gestar más situaciones nítidas que le permitiesen quebrar el tanteador.
Sin embargo, lo mejor de la noche de fútbol en el Pablo Comelli, llegó en la segunda parte.
Se jugaban apenas dos, cuando Fernando Enrique ganó la pulseada por el sector izquierdo; dejó en ridículo la marca de dos futbolistas de Los Andes; y metió un pase en cortada, para Iván Becker que pisaba el área como un punta más. Para sorpresa del fondo Mil Rayitas, el habitual mediocampista central, recibió en zona de definición y descargó hacia atrás, habilitando a su goleador. Y desde la altura del punto del penal, Juan Bautista Miritello, se acomodó y con un latigazo, le rompió el arco a Leandro Brey. El cañonazo, se coló en el ángulo superior izquierdo del arquero, para desgarrar las gargantas en la ciudad de Remedios de Escalada. ¡Golazo de Talleres, que se ponía así 1 – 0 al frente en el marcador!
En esos primeros minutos posteriores al gol, el elenco de Mariano Campodónico tuvo alguna chace más. A los siete minutos, desde el carril central del ataque, Juan Miritello conectó a Jorge Márquez por la derecha. y éste, Ingresó al área y sacó un fuerte remate, que se perdió por encima de la valla visitante.
La alegría de la victoria parcial, no duró demasiado. El Tallarín, inmediatamente, se recostó unos metros más atrás. Los Andes, con el resultado en desventaja, respondió y logró su propósito.
El cronómetro exhibía el minuto catorce de ese complemento, cuando el Mil Rayitas por inercia, logró el empate. Tiro de esquina desde la izquierda de su ataque, que fue enviado por Juan Gabriel Rivas. Y Leandro Lugarzo, aprovechando que Talleres escogió “marcar en zona”, con sus once jugadores en el área, ganó en soledad en la altura. Con un potente cabezazo, quebró las manos de Ezequiel Cacace y puso la pelota milimétricamente, entre la mano del arquero y el cuerpo de Martín Río. Sin merecerlo, el elenco de Lomas lograba la igualdad, para el 1 – 1.
El local, sintió el impacto de ese gol. Pese a mostrar voluntad y esfuerzo, para tratar de encausar con más velocidad el balón, en el último segmento del campo, no conseguía romper las estructuras de contención de la visita.
No obstante, Jorge Márquez volvió a ser protagonista de una situación electrizante, a los veintidós minutos. Luis Monge, se proyectó por la banda derecha, cuando Talleres atacaba con cuatro jugadores en el área. Buscó su descarga con Jorge Márquez, quien aguardaba en el borde del área grande. Y el media punta, se acomodó, enganchó y metió otro disparo, que volvió a salir desviado. Esa, sería la última nítida en ofensiva.
Disputada la mitad del segundo tiempo, los dos Entrenadores estaban conformes con la producción de sus equipos. Por eso, demoraban la realización de las variantes. Y según podía advertirse -por como demoraba en cada reposición-, el elenco de Lomas ya a esa altura, se conformaba con el punto, pese a que lo alejaba de la pelea por la cima.
En el último tramo del partido, el Albirrojo parecía haber agotado gran parte de sus baterías. A raíz de ello, paulatinamente Mariano Campodónico, desde el minuto veintiocho en adelante, fue introduciendo en el campo de juego a Alejandro Noriega, Igancio Ruano y Facundo Britos, por Juan Miritello, Sasha Marcich y Martín Río, respectivamente, para oxigenar del medio hacia arriba.
Sin embargo, sobre el final del pleito, no hubo mayores situaciones de riesgo. Los dos elencos, se quedaron moralmente conformes con su entrega. Pese a no haber podido alzarse con un triunfo, prefirieron no arriesgar más de la cuenta, ni asumir compromisos que pongan en peligro la recaudación del punto. Seguramente el Tallarín, también sintió el impacto de lo efectuado en la primera parte, y careció de resto físico y mental, para someter al oponente.
De ese modo, el clásico entre Talleres y Los Andes, quedó en tablas. Y en la presentación de Mariano Campodónico como técnico del Tallarín, su equipo mostró más actitud e ímpetu a la hora de buscar el arco rival. Aunque en la campaña global, sigue sin poder dejar atrás las rachas negativas.
Tras este empate, el conjunto de Remedios de Escalada, acumuló su séptimo partido sin ganar en el Clausura -ganó uno solo en este Torneo-. Estiró a seis partidos, su segmento sin cantar una victoria en el Pablo Comelli. Además, no pudo abandonar el antepenúltimo lugar de la Tabla del Clausura. Afortunadamente, todavía conserva el octavo lugar en la General, y supera solo por tres puntos a San Miguel, que en el décimo puesto, hoy sería el primero de los que no alcanzaría a clasificarse para el Octogonal por el segundo ascenso, si Colegiales se repite como ganador del Clausura.
Más allá de los puntos favorables que el equipo haya mostrado en esta primera incursión de Mariano Campodónico como Entrenador, claramente la campaña es deficitaria e insuficiente. Y necesita encontrar el rumbo del triunfo con celeridad, para mirar el horizonte con alguna grado de esperanza, y no lamentarse por el naufragio sobre el final de la etapa regular.
SISTESIS:
TALLERES 1
Ezequiel Cacace; Luis Monge, Cristian Godoy, Nicolás Sainz y Nicolás Malvacio (86’ Gabriel Arce); Martín Río (79’ Facundo Britos) e Iván Becker; Jorge Márquez (86’ Patricio Romero), Fernando Enrique y Sasha Marcich (73’ Ignacio Ruano); Juan Miritello (73’ Alejandro Noriega).
Suplentes: Lucas Zeiden y Luciano Vargas.
DT: Mariano Campodónico.
LOS ANDES 1
Leandro Brey; Leandro Lugarzo, Christian Cepeda y Alejandro García; Delfor Minervino, Gustavo Turraca (83’ Matías González) y Marcelo Vaca; Gianluca Caruso (91’ Rodrigo Trejo) y Juan Rivas (78’ Oriel Maldonado); Enzo López (78’ Miguel Escobar) y Facundo Quintana.
Suplentes: Tomás Casas, Manuel Gaitán y Joaquín Cepeda.
DT: Sebastián Salomón.
Goles: 48’ Juan Miritello (T); 59’ Leandro Lugarzo (LA).
Amonestados: Juan Miritello, Fernando Enrique y Luis Monge (T); Alejandro García (LA).
Estadio: Talleres (Regular).
Árbitro: Mariano Negrete (Regular).
Asistentes: Matías Basso e Ismael Parragues.
Cuarto Árbitro: Lucas Ozuna.
Recaudación: A puertas cerradas.
Público: 180 personas aproximadamente.
Foto Mono Gómez. Juan Bautista Miritello, celebra su ¡pedazo de gol!, en el clásico.
Foto Mono Gómez. Los jugadores Albirrojos, celebrar su único tanto, en la noche del Pablo Comelli.
Foto Mono Gómez. Ignacio Ruano, busca quedarse con esa pelota y salir por izquierda.
Foto Mono Gómez. Los dieciocho jugadores de Talleres, posaron juntos, antes del comienzo.