El Albirrojo derrotó 1 – 0 a Armenio, con un tanto de Iván Becker de cabeza, a los treinta minutos de la primera parte, y se quedó así con su segunda victoria consecutiva, en cinco días. El partido fue muy discreto, demasiado disputado desde lo táctico, entre dos equipos que conocían bien, los planes del rival. Talleres marcó la diferencia, con los elementos más efectivos que tiene en esta temporada: la pelota parada y un cabezazo eficaz, en la cancha de arriba. En el segundo tiempo, con la ventaja a su favor, trabajó para consolidar ese resultado. No obstante, mostró poco volumen de juego y escasas situaciones de peligro; aún tiene mucho trabajo por delante, para afianzar la idea que propone el Entrenador. El Tricolor, pese a que mostró intenciones de ir por el empate, careció de recursos y variantes en el juego, para vulnerar a un Talleres, que evidenció una mejoría en el nivel físico. Desde la asunción de Cristian Manfredi, el equipo pudo sumar los seis puntos que disputó y además de volver al triunfo en el Pablo Comelli, también logró sumar dos victorias al hilo por primera vez en el Apertura 2021. En un campeonato muy irregular, y aunque resulta muy remota la posibilidad de llegar al primer puesto, el Tallarín pese a ubicarse séptimo en la tabla, quedó a cuatro puntos del Líder Sacachispas, cuando restan seis puntos en disputa.
Foto Mono Gómez. Iván Becker, celebra la conquista del gol del triunfo.
Talleres volvió al triunfo en casa. Precisamente, en ese lugar, donde cosechó gran parte de los puntos que hoy tiene en la tabla, y que ha sido su punto más fuerte en esta campaña. Sin sobrarle nada, encontró el premio por haber sabido aprovechar su arma de ataque más importante. Y se quedó con un segundo triunfo consecutivo, que por la mediocridad del torneo, lo dejó a cuatro unidades del líder, cuando restan dos fechas para que finalice el Apertura.
El partido fue muy chato. El viento -acompañado por un frio insoportable-, dificultó los movimientos naturales de los protagonistas con la pelota. El partido, fue una digna expresión de una tarde/noche gélida, en Remedios de Escalada. Las intensiones de jugar la pelota prolijamente por abajo, en un campo que estaba muy húmedo, blando y con algunos pozos, se fue diluyendo con el correr del reloj.
Los primeros minutos, tuvieron como característica distintiva, que ambos equipos, median sus fuerzas desde lo táctico, sabiendo bien la propuesta del rival.
Sorpresivamente, a los nueve minutos, Armenio generó la primera situación de peligro. Un desborde de Nicolás Muscio por la derecha, un centro atrás y el remate de Ángel Stringa, fue contenido en dos tiempos por Ezequiel Cacace.
Durante la primera media hora de juego, casi nada interesante ocurrió. Ninguno de los dos elencos, logró gravitar en la zona más próxima a las áreas.
Equipo de Escalada, se mostraba muy lento a la hora de salir jugando. Poca movilidad. Solo se destacó alguna diagonal de Iván Becker, para romper líneas en ese tramo. Y de hecho, así sucedió con la jugada que generó el tiro de esquina, que derivó en el único gol de la jornada.
Entonces, se jugaban treinta minutos clavados de la primera mitad, cuando Gabriel Arce ejecutó impecablemente ese tiro de esquina. Y Talleres utilizó su trabajo de laboratorio, para quebrar el cero. Centro de Gabriel Arce y cabezazo con pique al piso perfecto de Iván Becker, para derrotar al arquero Fabricio Henricot. Talleres ganaba 1 – 0, en media hora de juego, por haber sido práctico.
Luego de la acción del gol, Gabriel Arce debió dejar el campo de juego por una molestia muscular, que lo venía aquejando desde el Martes, cuando Talleres venció a Villa San Carlos, en Berisso. Su lugar, fue ocupado con Matías Sosa, quien ingresó para asociarse con Dyaln Vergara, y conectar juego con Alejandro Noriega. Aunque esa intensión, poco se vieron en la práctica, ya que no lograron gravitar demasiado, en la construcción del ataque.
El Tricolor, recién reaccionó a los cuarenta y un minutos, con un desborde por la izquierda de Lucas Pruzzo, que tras un rebote en Cristian Godoy, Alejo Roa convirtió en un centro, que Nicolás Muscio en el cuadro menor, terminó desperdiciando con un remate muy potente, por encima del travesaño.
Tras esa embestida, Talleres respondió a los cuarenta y cuatro, con una acción en la que Alejandro Noriega, le ganó por potencia al marcador central Christian Moreno, penetró en el área y eyectó un remate, que se fue por encima del arco.
Antes del descanso, el Albirrojo tuvo otra chance para aumentar la cuenta. Dylan Vergara, desbordó por la derecha y envió un centro; la pelota picó a la altura del punto del penal y luego, Patricio Romero impactó con un disparo ordinario, que se perdió por encima de la valla.
El segundo tiempo, fue más flojo que la primera parte, en el trámite general. Poco y nada se observó, en cuanto a llegadas nítidas, pese a las intensiones de uno y otro equipo. Claro que, el cuadro de situación era favorable para el local, que debía hacer los deberes, para consolidar el resultado y volver a ganar como local.
Durante la primera docena de minutos, casi no hubo acciones destacadas. De hecho, ambos entrenadores, movieron el banco a los doce minutos, con tres modificaciones -una en Talleres; y dos en Armenio-, buscando cambiar la imagen del juego. Los de Ingeniero Maschwitz, buscaban el empate. Pero más allá de tener la pelota, no lograban inquietar.
Recién se registró una llegada clara sobre el arco de Armenio, a los veinticuatro minutos, con un tiro libre de Iván Becker desde la derecha, que Fabricio Henricot rechazó con los puños, y Pablo Monje despejó desde el área.
A los treinta y un minutos, Ezequiel Cacace tapó exigido, abajo, un cabezazo de Brian Risso Patrón, que en el rebote tomó Diego Medina y tras un rebote en Luis Monge, se fue al tiro de esquina.
Talleres, a once minutos del final, tuvo la segunda y última llegada interesante, sobre el arco visitante. Fernando Enrique, recogió un rechazo de cabeza Christian Moreno, en la puerta del área, cuando Talleres buscaba lastimar de contragolpe, y envió un disparo muy por encima del arco.
Pese a la suma de hombre en ataque, y gozar de la posesión del balón un poco más que el local, los de Víctor Piriz Alvez, seguían sin poder dañar al Tallarín. El dueño de casa, se había enamorado del resultado, y no quería perder lo que estaba a punto de consagrar.
Talleres a esa altura, era un equipo que mostraba en breves pasajes, buenas asociaciones entre dos o tres jugadores. Sin embargo, padeció muchísimo para poder dominar el partido con tranquilidad. Y también mostró en esa etapa complementaria, errores en el trabajo de esta nueva línea de cinco defensores, que se agrupan cuando el rival ataca. De todos modos, logró consolidar el segundo partido consecutivo, sin que el rival le convierta goles, y saneó -al menos, en estos últimos dos encuentros-, aquello que lo perjudicó muchísimo, a lo largo de todo el Apertura.
Entre lo destacado del Tallarín, en ese trabajo desplegado para blindar el resultado, cobró relieve el gran desgaste físico que efectuó Patricio Romero. No solo para ayudar mucho a Nicolás Malvacio en la marca, sino también para tratar de ser salida siempre por izquierda. Nicolás Malvacio, fue otra de las piezas que cumplió con una buena labor, para sellar el triunfo. Además, Ezequiel Cacace, volvió a tener atajadas claves, para mantener el arco.
Talleres, sin sobrarle ni regalar nada, cerró su segunda victoria en menos de una semana. Y recuperó la positividad de los resultados concebidos en Remedios de Escalada, que en definitiva, son aquellos que alimentaron esta campaña. Después de seis meses, logró sumar un segundo triunfo al hilo. Y aunque demostró que le falta demasiado trabajo aún, para afianzar y desarrollar en plenitud, lo que Cristian Manfredi pretende dentro la cancha, el equipo mostró un despliegue físico más intenso, que fue vital para lograr el objetivo de atesorar los tres puntos.
En un campeonato tan irregular, en el que el mismísimo Sacachispas, quien fue humillado en el Pablo Comelli ocho fechas atrás, hoy lidera la tabla con veintiséis unidades, y aunque resulta muy remoto pensar en alguna posibilidad concreta de pelear por el título, Talleres desde lo matemático -estando en la séptima colocación-, quedó a cuatro unidades del puntero, cuando restan por jugarse seis puntos para el corte de esta primera parte de la temporada.
SISTESIS:
TALLERES 1
Ezequiel Cacace; Cristian Godoy, Nicolás Sainz y Nicolás Malvacio; Luis Monge, Fernando Enrique, Iván Becker y Patricio Romero; Dylan Vergara (78’ Ignacio Ruano) y Gabriel Arce (33’ Matías Sosa); Alejandro Noriega (57’ Juan Miritello).
Suplentes: Lucas Zeiden, Luciano Vargas, Fabián Monserrat y Martín Río.
DT: Cristian Manfredi.
ARMENIO 0
Fabricio Henricot; Agustín Pereyra, Sebastián Silguero, Christian Moreno y Lucas Pruzzo (82’ Pablo Cabral); Pablo Monje; Nicolás Muscio (57’ Facundo Britos), Nicolás Sánchez, Ángel Stringa (76’ Cristhian Soria) y Alejo Roa (57’ Diego Medina); Brian Risso Patrón (82’ Matías Conti).
Suplentes: Juan Cruz Cuesta y Mario Saucedo.
DT: Víctor Piriz Alvez.
Gol: 30' Iván Becker (T).
Amonestados: Juan Miritello (T); Ángel Stringa, Pablo Monje y Pablo Cabral (A).
Estadio: Talleres (Regular).
Árbitro: Javier Delbarba (Bien).
Asistentes: Diego Barone y Uriel García Leri.
Cuarto Árbitro: Hermes Gigante.
Recaudación: A puertas cerradas.
Público: 70 personas aproximadamente.
Foto Mono Gómez. Con ese cabezazo, Iván Becker convirtió el gol, a los treinta mintuos.
Foto Mono Gómez. Los jugadores Albirrojos, se abrazan para celebrar el único tanto.
Foto Mono Gómez. Talleres volvió a ganar en el Pablo Comelli, luego de dos presentaciones.