Talleres solo logró rescatar un empate ante Defensores Unidos (Zárate) 1 – 1, en un partido muy pobre para el Tallarín desde lo futbolístico, en lo que fue la 32º  fecha del certamen de la Primera B Metropolitana. La visita, abrió la cuenta a los ocho minutos del complemento, con una jugada de laboratorio, que tuvo a Emanuel Cáceres como el ejecutor final de la misma, para quebrar el marcador. Sin embargo, con más empuje que claridad, el conjunto dirigido por Gustavo Noto fue a buscar el empate y lo encontró a los veintiocho minutos, con un buen cabezazo de Maximiliano Badell. De esta manera, Talleres estiró su ventaja y ahora está doce puntos por encima de Deportivo Español, en lo que respecta la lucha por salvarse del descenso, cuando al torneo le quedan dieciocho unidades en juego. De todos modos, dejó pasar otra inmejorable oportunidad, para conseguir mayor alivio y sepultar al fantasma del descenso.

Foto Depto Prensa C. A. Talleres. Alan Mareco, intenta con la pelota, ante la doble marca.

Nuevamente quedó en deuda a su público, con el pobre nivel de juego que ofreció. Historia repetida. Equipo sin ideas y errores conceptuales, que lo ponen en jaque. Además, falta confianza e  individualidades no aparecen. Así ha sido todo el torneo para Talleres hasta ahora; dieciocho en juego quedan aún, y el Albirrojo le sacó doce puntos de distancia a Deportivo Español, que si bien es una distancia muy considerable, aún no alcanzó para asegurar matemáticamente la continuidad en la Divisional para el próximo torneo.

En la tarde del Lunes, el rival fue el Defensores Unidos, que pese a ser uno de los recientemente ascendidos, presenta una realidad totalmente distinta. Está metido en la lucha por conseguir un pasaje al Reducido. La visita, con mucho tiempo de trabajo encima, y buenos resultados que lo avalan, vino a Escalada con una idea clara y casi lo gana.

En el primer tiempo, Defensores Unidos fue superior y dominador durante los cuarenta y cinco minutos, tras imponer su juego. No contó con situaciones claras de gol. Algún remate de media distancia, de Emmanuel Cáceres a los cinco minutos; y otro de Gianluca Alfenoni, a los ohco, que no fueron de mayor peligro para Ezequiel Cacace.

Sin embargo, el zarateño, manejó mejor la pelota y protagonizó las mejores acciones del juego. Y así, sometió a Talleres a enviar pelotazos largos a sus delanteros, porque el elenco de Escalada no podía regular el juego en una mitad de la cancha superpoblada, y terminaba siendo muy mezquino su trabajo en la generación de fútbol.

A los dieciocho minutos, tras un flojo despeje de Javier Capelli en un centro que llegó desde el sector izquierdo de la visita, el lateral derecho Maximiliano Carnelutto capturó la pelota en la puerta del área por vértice derecho, y remató sin precisión de gol.

Luciano Arcuri, a los veintidós minutos, protagonizó la situación más nítida  para el conjunto de Escalada, con un remate que se fue muy cerca del horizontal.

Agustín Graneros, en el cierre de la primera etapa, proyectó un centro desde el vértice del área, pero su remate fue a las manos del arquero Juan Figueroa, que mostró alguna inseguridad a lo largo de la tarde, y desvió como pudo ese envió.

En el complemento, llegaron las acciones más peligrosas y las emociones, en un partido de trámite muy discreto.

A los ocho minutos, en una jugada de laboratorio, Defensores Unidos abrió el partido. Tras un tiro libre ejecutado por Héctor Echagüe, Damián López Samaniego recibió en la puerta del área, de espalda al arco, giró y habilitó a Alfredo Resler; y el marcador central, también de espalda  a Ezequiel Cacace, la bajó de pecho y descargó para Emmanuel Cáceres, quien remató y la clavó en el ángulo. Así, la visita abrió el marcador en Escalada.

Después del gol, la situación se complicaba muchísimo, ya que el Tallarín no mostraba indicios de reacción mejoría y entraba en desesperación.

Dentro de esa escena desesperante, el equipo mostraba más desorden y se repetían las imprecisiones para dar un pase, por carencia de un criterio lógico para manejar el balón. La defensa cometió un error garrafal y Mateo Escobar, quedó mano a mano con Ezequiel Cacace. Pero de manera increíble, remató afuera y dejó con vida a Talleres, a los veinticuatro del complemento. Esa jugada sería clave. Y por primera vez en el torneo, el elenco de Escalada aprovechó el viejo proverbio del fútbol que indica que “los goles que se erran en un arco, se meten en el otro”.

Luego de esa acción, Talleres encontró espacios y se acercó con más peligro al área de Juan Figueroa. Y así fue como llegó el gol, a los veintiocho minutos. En una especie de contragolpe veloz, por el carril central, Agustín Gil Clarotti descargó la pelota para Luciano Arcuri. Y el juvenil, recibió por la derecha y envió un perfecto centro al segundo palo, para Maximiliano Badell, quien había ingresado desde el banco. El goleador de Talleres, Maxi Badell cabeceó y colocó la pelota en el ángulo del arco de Juan Figueroa, y así marcó el empate. El partido estaba 1 – 1, y el Tallarín tenía que ir por la victoria.

Tras el empate, el conjunto Albirrojo intentó por las bandas y tuvo aproximaciones para dar vuelta el resultado, pero le faltó más decisión y precisión en el pase final. El CADU, de contragolpe, estuvo cerca de ganarlo en varias oportunidades. Sin dudas, el partido tuvo una gran tensión hasta el último minuto, porque el resultado no parecía estar definido.

Talleres lo pudo haber ganado, también, aunque le falto volumen de juego y explosión en ataque. Tal vez, lo tuvo en los pies de Sebastián Villar, a los cuarenta y cinco de la etapa final. El juvenil, realizó una gran acción individual y quedó mano a mano frente a Juan Figueroa, pero llegó sin resto físico y su remate se fue desviado, cuando debió haber buscado con centro, a Ángel Prudencio.

Se logró rescatar un punto, pero la deuda en el juego sigue presente, como durante todo el certamen. Este punto, sirve para alejarse apenas un poco más de Español, en la tabla de los promedios. Con dieciocho unidades por jugarse, Talleres marcó una distancia a su favor, de doce puntos sobre el Gallego. Y si bien esto significa un alivio en la pelea por no descender y los obliga a los del Bajo Flores a realizar una hazaña, el equipo de Gustavo Noto todavía no está salvado matemáticamente del descenso, y deberá conseguir algún resultado positivo para lograrlo o bien, seguir esperando por las caídas de su oponente.

El próximo fin de semana, tendrá que visitar el Domingo a Justo José de Urquiza, en Loma Hermosa, en lo que será un duelo clave por el descenso, frente a un rival que está anteúltimo en los promedios, y que no quiere complicarse más de la cuenta para continuar en la Primera B.

SINTESIS:

TALLERES 0

Ezequiel Cacace; Guillermo Santana, Javier Capelli (75’ Maximiliano Laso), Ramiro Echeverría y Alejandro Gómez; Luciano Arcuri, Mauro Marrone, Alan Mareco (60’ Maximiliano Badell) y Sebastián Villar; Agustín Graneros (68’ Ángel Prudencio) y Agustín Gil Clarotti.

Suplentes: Lucas Zeiden, Nicolás Malvacio, Gonzalo Suárez y Gustavo Fernández.

DT: Gustavo Noto.

DEFENSORES UNIDOS 1

Juan Figueroa; Maximiliano Carnelutto, Facundo Laumann, Alfredo Resler y Arturo Ordano (79’ Alejandro Kruchowski); Ricardo Priori y Héctor Echague; Gianluca Alfenoni (60’ Mateo Escobar), Damián López Samaniego y Emmanuel Cáceres; Javier Velázquez.

Suplentes: Emerson Correa; Rodrigo Basualdo, Emanuel Pentimalli, Jesús Portillo y Andrés Franzoia.

DT: Darío Lema.

Goles: 53’ Emmanuel Cáceres (DU) y 73’ Maximiliano Badell (T).

Amonestados: Damián Pérez Samaniego (DU).

Estadio: Talleres (Regular).

Árbitro: Rodrigo Sabini (Bien).

Asistentes: Lucas Cueto Vieñas y César Córdoba.

Cuarto Arbitro: Gastón Iglesias.

Recaudación: No fue suministrada.

Público: 500 personas aproximadamente.

Foto Depto Prensa C. A. Talleres. Agustín Graneros, busca superar al Defensore zarateño.