El Albirrojo empezó bien, con dominio y gol incluido, pero luego de una interrupción para refrescarse, Midland fue otro, lo borró de la cancha, lo pasó por arriba y armó una goleada que pudo ser histórica. Fue la tercera vez en el torneo que el equipo de Ruggero no pudo sostener un resultado favorable y además, nunca revirtió un resultado desfavorable en lo que va de la temporada.
Imagen de archivo. Los jugadores funebreros se abrazan en un postal que se repitió en los dos partidos de la temporada-
No podía empezar mejor la tarde para Talleres, porque al ni bien comenzó el partido, Juan Brunetti hizo valer su título de goleador del campeonato, para marcar la diferencia parcial y darle tranquilidad al equipo, para llevar adelante los próximos 29 minutos. Y solamente 29 minutos, porque una vez que el árbitro reanudó el partido tras el parate para refrescarse, otro fue Midland y otra fue la historia. Trejo y Almada Flores, armaron zurcos por los costados, se encendieron los delanteros y todo cambió, a tal punto que en entre los 35’ y los 38’, el marcador pasó de victoria a empate, y de parda a derrota, por los goles de Figueroa y Trejo.
Sin conducción ni ideas claras, el juego del equipo se fue desdibujando cada vez más y para mal de males, antes del cierre del primer tiempo “Pastel” Cerica aumentó la diferencia al aprovechar un contraataque consecuencia de un tiro libre desperdiciado cerca del área “Funebrera”.
Dos minutos más tarde, Brunetti y Agustín Pagliere se fueron expulsados por un tumulto en el que Marcos Fernández, acumuló la quinta amarilla y en el revoleo de tarjetas, el que se quedó sin su principal arma de ataque fue Talleres.
Todo lo que pudo armar Ruggero en el entretiempo, se desvaneció al inicio de la segunda parte porque al minuto nomás, Villalba puso el 4-1 que fue definitivo, porque el arquero Albirrojo tuvo una buena tarde y tapó cinco pelotas claras, que hubieran convertido la dura derrota en histórica. Si se restan los minutos del entretiempo, a Talleres le convirtieron 4 goles en 16 minutos.
De esta manera Talleres acumula una victoria en los últimos siete partidos, y quedó a diez puntos del líder UAI-Urquiza, que en apenas tres partidos duplicó la diferencia de puntos que al Rojo le había costado 20 fechas descontar.
Sin Marcos Fernández ni Juan Brunetti, tendrá una semana Osvaldo Ruggero para armar el rompecabezas del equipo que recibirá a Liniers, en un partido para prestar atención porque –aunque se enojen por el alarmismo- Talleres está solo seis puntos arriba de su próximo rival, el primero de los que no están ingresando al Reducido. Y más si se tiene en cuenta que el antecedente más inmediato dice que, cuando le tocó visitar a su ex equipo, Ruggero optó por un planteo mezquino para no irse con una derrota del Oeste, anteponiendo cuestiones personales a las necesidades deportivas de entonces. Qué hará el Lunes ¿Optará por un planteo similar al de la primera ronda? ¿O ante la urgencia de este presente buscará la primera victoria del año?
Maximiliano Rodriguez se proyecta a espaldas de Almada Flores. 0 -1 estaba el partido.
Pagliere (Midland) discute con Brunetti (Talleres), y se inicia el conflicto con el partido 3 - 1.
