De arco a arco

Gonzalo Saavedra, arquero de la Cuarta y del plantel de Primera, hizo un gol de arco a arco el último fin de semana ante Cambaceres.

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Gonzalo, el "Mono", Saavedra.

Son hechos extraordinarios, que no suceden todos los días y difícilmente se repitan. Basta de recordar a José Luis Félix Chilavert y sus goles. O al extraordinario brasileño Rogerio Ceni y sus tiros libres teledirigidos al ángulo. Ni hablar del “escorpión” Higuita. El 11 del 11 del 2011 no surtió efecto espontáneo. Pasaron algunas horas para que se produjeran las consecuencias. A la cajita de los recuerdos pararán Chilavert, Ceni, Higuita y los grandes porteros goleadores. En Escalada hay uno señores. Se llama Gonzalo Saavedra, el “Mono”.

El último fin de semana se jugó en San José, Temperley, una nueva jornada del torneo de juveniles, en el que la Cuarta División de Talleres, como local, recibió a Cambaceres. El resultado no fue el esperado, el “Rojo” cayó 2 a 1 contra su par de Ensenada, aunque el tanto del conjunto de Remedios de Escalada no lo marcó ni Silva, ni González o Falcón, sus nombres más cercanos a la valla contraria; el gol lo hizo el “Monito” Saavedra, arquero juvenil que entrena desde hace algunas temporadas con la Primera División. Pero aquí lo asombroso. No fue de penal, ni de tiro libre, ni de cabeza... ¡DE ARCO A ARCO!

“Vi que entre el nueve y el ocho se estaban cerrando. Lo que quise hacer fue poner el pelotazo entre los dos para complicar al defensor y le pegué. Salió un remate fuerte, ni yo pensé que iba a salir así; el arquero dudó cuando los dos jugadores nuestros se cerraron, la dejó picar y fue cuando entró. Cuando la quiso sacar se dio cuenta de que estaba adentro”, narró Saavedra, de 19 años y fana de Juan Pablo Carrizo.

¿Cómo reaccionaste?

En sí no tuve reacción porque desde el arco mucho no se notó que fue gol. Recién cuando vi que el línea empezó a correr hasta la mitad de la cancha me di cuenta que había sido gol. Igual no se festejó mucho porque íbamos perdiendo y fue el 2 a 1. Nos apresuramos para seguir jugando para empatar el partido.

El “Mono”, actual tercer arquero del plantel dirigido por Osvaldo Ruggero, por detrás de Diego Córdoba, fue sensato, e inclusive tímido…como si el gol del fin de semana pasado lo expondría a la vergüenza. “No soy un arquero que se caracterice por la pegada. Soy humilde, no soy el mejor pero trato de día a día trabajar. Hay que tratar de copiar todo lo bueno de cada arquero”, reconoce. Y ante la consulta del cronista, sobre si a partir de ahora intentará repetir lo sorprendentemente hecho,  confesó que no la pasó bien cuando se enteraron sus compañeros: “No (se ríe), practicar siempre voy a practicar la pegada, pero fue una casualidad. Me comí muchas cargadas. Pero fue lindo”.

A anotar. Después de la Copa Libertadores ´87, con el gol de arco a arco de Daniel Francovic (Deportivo Táchira de Venezuela) sobre Luis Islas, de Independiente, aparecerá el de Saavedra. Fiel a su apellido, marcando historia.