Campeón del récord eterno

Se cumplieron este 28 de Octubre, cuarenta años de la conquista más espectacular de un equipo, en los registro del fútbol argentino. Talleres se consagró campeón de Primera C y ascendió a la vieja Primera B, tras vencer 5 – 0 a Colegiales, en Escalada, con una campaña que dejó sellado en los registros de AFA, el récord de 118 goles a favor anotados por un equipo, en una misma temporada. Con una extraordinaria e irrepetible actuación, un plantel comprometido con el objetivo de ascender y dejar una huella en la historia del Club Atlético Talleres y el fútbol nacional, el Tallarín desarrolló su campaña más brillante en un torneo y enamoró a miles de almas Albirrojas, que reventaron las tribunas de todos los estadios en lo que se presentó. En sus Bodas de Rubí, un grupo destacado de Socios, prepara una fiesta popular para rendirle un merecido homenaje a los campeones, el próximo Viernes 9 de Noviembre desde las 19:30, en el Templo, donde las estrellas de aquel ascenso, volverán a brillar en un estadio iluminado y bien distinto a aquel de 1978.

Equipo Talleres Campeón 1978

Archivo C. A. Talleres. ¡No dejen de aplaudir! ¡El equipo de Talleres Campeón en 1978!.


“Ninguno de nosotros es más importante que todos Nosotros”, la frase del Capitán, Enrique “Teddy” Carrizo, todavía trona en las paredes de ese vestuario “mítico” de hazañas inolvidables  y tristezas que dejaron heridas profundas, sanadas con el tiempo.

Y a partir de una gran tristeza, aquella del 8 de Noviembre 1977, en el viejo Gasómetro de Boedo, cuando un Talleres que se había preparado para ascender, cayó 3 - 1 frente a Almagro,  perdió la categoría -Primera B-  y se fue al descenso para volver a la Primera C, se empezó a construir “La Máquina del Sur”.

Se logró contratar a un “sabio” del ascenso, como Don Guillermo Abbas, quien junto al Preparador Físico Ernesto Díaz y el Medico Dr. Miguel Lambert, formaron un Cuerpo Técnico homogéneo, claro y comprometido con devolver a Talleres a su lugar de pertenecía.

Se quedaron Enrique Carrizo, Héctor López, Julio César Balbi, Benito Verón, Osvaldo Feliú, Raúl Ruiz y Jorge Urtazún. Vinieron Santiago Dedé, Norberto Verea, Eduardo García, Raúl Otero, Ángel Comiso, Orlando López, Miguel Molnar, Javier González, Miguel Ángel Gutiérrez, Carlos Belingeri, Antonio Politi, Miguel Ángel Fernández, Clemente Fernández, entre otros y detrás de la frase del Capitán, forjaron un grupo nítrico, con las ganas de lograr el objetivo de la manera que le gustaba a su Director Técnico: ganar, gustar y golear.

El comienzo fue sólido, haciendo camino al andar. Había que jugar en canchas hoy impensadas, en donde, como dijo el Norberto "Ruso" Verea: “La pelota tenía un conejo adentro. Cuando picaba no se sabía para donde salía”.

Fue un torneo en el que hubo que lidiar con el “super” Deportivo Morón, del Presidente Virgilio Machado Ramos, un político muy influyente en la Asociación del Fútbol Argentino; el Central Córdoba, de la leyenda Tomás Carlovich; y el Deportivo Español, que se había preparado para volver.

A medida que fueron pasando las fechas, Talleres con su compromiso a flor de piel, fue regalando victoria tras victoria, enarbolando una campaña que empezó a entusiasmar al pueblo de Escalada nuevamente. Al principio, el hincha Albirrojo lo miró de reojo, todavía dolido por el fatídico descenso de 1977. Pero el quiebre  se dio en Escalada, el 20 de Mayo de 1978, por la 16º fecha, le gana 3 - 0 al “cuco” Deportivo Morón. “Todavía estoy colgado del alambrado junto a Miguel Molnal, gritando el golazo de cara a la popular de madera de Timote”, confiesa un fanático Albirrojo, cuarenta años después. La “locomotora”, a partir de ahí, tuvo vía libre y se encaminó directamente al campeonato.

En lo sucesivo, vinieron muchas Goleadas: 8 - 3 a Cambaceres (17º fecha); 5 - 2 a Defensores Unidos (25º); 7 - 2 a Luján (28º). Pero también, un contundente 3 - 0 a Central Cordoba (29º), en el Gabino Sosa, el 23 de setiembre de 1978.  Talleres se floreaba a través de su solidez defensiva, dado que sólo le convirtieron treinta tantos, en ese torneo.

Ese legendario elenco, tuvo puntos clave para quedarse con el título: La experiencia de Santiago Dedé, y la “frescura” de Norberto Verea, en el arco. Con Enrique “Teddy” Carrizo, como el emblema;  el “FlacoGarcía, en épocas de defensores goleadores, con veinte gritos en el campeonato, de cabeza y tiro libre, que era su especialidad; Javier González, que llegó de Ferro Carril Oeste y pocos meses después nació entonces la “Leyenda del Cabezón”, que con el correr de los años se convitió en el referente de los equipos de Talleres que vendrían, hasta transformarse en el jugador que más ascenso consiguió en la institución, con cuatro vueltas olímpicas (1978; 1983; 1986/87 y 1987/88); y la solidez de Raúl “Palito” Otero. El juego, lo armaban entre Ángel “Tano” Comiso y Julio Balbi por la derecha; Orlando “Pampa” López para mantener el equilibrio; y la magia de Miguel Molnar, quien resigno una categoría para venir a pelarla y se convirtió en el as de espadas del equipo, como un diez que juagaba, hacia jugar y convirtió veintidós goles. Y arriba, el tridente de oro. El “BilyCarlos Belingeri por derecha (14 goles), poseedor de un centro a la carrera letal; MiguelSabañónGutiérrez gran pateador de tiros de esquina por izquierda (14  anotaciones), conformaron una delantera letal con el gran Héctor “Oso” López, goleador indiscutido, con 28 tantos, imposible de frenar para las defensas adversarias.

En el marco de esa inigualable campaña de Talleres en la Primera C, el desenlace fue el esperado, en el tiempo indicado. Después de espectaculares actuaciones y varias decenas goles gritados, el Sábado28 de Octubre de 1978, por la 34º fecha y a cuatro jornadas del final del certamen, ¡Talleres se consagró campeón del Torneo y asciende a primera B!, en apenas un año de recorrido por la Primera C.

Lo consiguió, marcando historia en el futbol argentino. Con la friolera cifra de ciento dieciocho  goles a favor, récord en los registros del futbol Argentino Profesional, obtuvo un ascenso inédito e irrepetible. El título, fue logrado por un grupo homogéneo que creyó en el mensaje; se comprometió con el alma;  llevo a cabo un plan a la perfección y consiguió los resultados espectaculares que se propuso, sintetizado en la frase antes mencionada por el Capitán, y acuñada a fuego en la historia misma de esta campaña: “Ninguno de nosotros, es más importante que todos nosotros”.


Estadio Talleres 1978

Archivo C. A. Talleres. Así lucía la tribuna de madera, rebalsando de fanáticos en 1978. 

Camiseta Talleres Especia 1978

Esta camiseta especial, será entregada a cada uno de los campeones, en el festejo homenaje.