Talleres sigue muy activo en este periodo de transferencias. A pocos días de comenzar la pretemporada, logró incorporar a su octavo refuerzo. Nicolás Nahuel Ayr, defensor central proveniente de Guillermo Brown de Puerto Madryn, firmó su contrato el último Viernes en la Sede del Club y ya forma parte del plantel para la temporada 2018/19.
Nicolás Ayr, estampó la firma, acompañado por su representante, Omar Esperón.
El conjunto Albirrojo no quiere volver a cometer el error de la temporada anterior, donde incorporó de manera muy tardía, a varios de los refuerzos. Y eso, le terminó costando caro, en la primera parte del torneo, debido a la falta de adaptación y entrenamientos de algunos jugadores, provocando resultados negativos y un flojo rendimiento. En cambio, en la actualidad, se tomó la decisión de incorporar antes del arranque de la pretemporada. Se aprendió del error y Talleres está incorporando en tiempo y forma, reforzando los puestos que quedaron vacíos por la ida de muchos jugadores, que además son posiciones muy sensibles, en la que se necesitan jugadores de jerarquía o valores que potencien al máximo su nivel para la temporada que viene.
Por eso mismo, llegó hace unos días, un defensor central con mucha experiencia que le puede aportar prestancia a la defensa Albirroja. Nicolás Nahuel Ayr, oriundo de la ciudad de La Plata el 11 de Octubre de 1982, será una de las grandes apuestas del Cuerpo Técnico.
Deberá disputarse un lugar en la zaga central con Nicolás Malvacio, Ramiro Echeverría y Leonel Gigli, para acompañar a Ariel Otermín, que parece perfilarse como uno de los seguros en ese puesto, si consigue mantener el nivel y la solidez obtenida en actuaciones pasadas. Nicolás Ayr, con un gran porte físico (mide 1,87 Metros) y cuenta con una carrera bastante interesante en cuánto a los clubes en los que ha visitado.
Nicolás Ayr debutó en Estudiantes de La Plata en principios de la temporada del año 2001. Si bien estuvo durante dos años en el "Pincha", disputó solamente 8 partidos. Luego, Nicolás Ayr decidió buscar continuidad y así terminó en el club La Plata F. C., elenco que militaba en el Torneo Regional en aquella época. Durante dos años (2004-06) el defensor central jugó 55 partidos, marcando siete goles, en el club donde más tantos convirtió en toda su carrera hasta el día de hoy.
Más adelante, llegando a los 25 años de edad, le llegó el momento de emigrar hacia el exterior. Tuvo un breve paso por Trotamundos de Tijuana (México, seis partidos jugados) y 2 de Mayo de Paraguay (nueve partidos jugados, un solo gol). Sin poder encontrar la continuidad necesaria, decidió nuevamente buscar otras fronteras y de Paraguay viajo hasta Colombia para disputar la Liga Águila con Deportes Tolima, disputando el torneo y siendo titular en más de la mitad de los encuentros del certamen.
Sin embargo, Nicolás Ayr dio el salto de calidad en el año 2009. El club Atlético Huila contrató al zaguero y sin duda alguna, fue uno de los pasos más trascendentes del jugador. Disputando noventa y ocho partidos y marcando dos goles. Pero con un detalle muy importante para destacar: Jugó la Copa Sudamericana, uno de los certámenes más importantes del Continente, participando en tres encuentros.
En el año 2012 fue transferido al Sporting Cristal de Perú disputando setenta y cinco encuentros, marcando sólo un gol pero siendo el segundo club de su carrera con mayor participaciones.
También hay que destacar que, durante el año 2015 y 2016 tuvo breves pasos por Deportivo Cuenca (Ecuador) y Real Garcilaso (Perú) respectivamente. En este último club, formó parte de la participación en la Copa Sudamericana.
Luego de haber estado durante diez años en el exterior, Nicolás Ayr volvió a la Argentina, para disputar el Nacional B en la Temporada 2016/17 con Nueva Chicago; y la Temporada 2017/18 junto con Guillermo Brown (Puerto Madryn).
Con muchos equipos en su haber y tras adquirir experiencia internacional, Nicolás Nahuel Ayr se ha convertido en un refuerzo que le puede aportar mucha solidez, buen juego aéreo y seguridad a la última línea del conjunto dirigido por Daniel Vicentín.