Cristian Aldirico dirigió este lunes, su última práctica como técnico de Talleres en el Templo de Timote y Manuel Castro. Con la presencia de dirigentes y allegados, se despidió de un plantel golpeado por su salida, que mostró lágrimas en los ojos de la mayoría de sus futbolistas.
Esta salida será, seguramente, un hasta luego en Escalada.
La salida de Cristian Aldirico retumbó en lo más hondo del universo Albirrojo y este lunes, con su despedida oficial del plantel y del club, generó la tristeza que acompaña a los cierres de ciclos exitosos y serios.
La última práctica del Polaco como director técnico de Talleres comenzó cerca de las 10:00 con un ejercicio aeróbico dirigido por el Preparador Físico, Pablo Rotolo. Minutos más tarde, ya con la presencia de Cristian Aldirico, que dialogó con el Presidente Alejandro Freije, los jugadores realizaron movimientos con pelota bajo las órdenes de Sergio Bonnassiolle, ante la mirada del ya ex entrenador de Talleres.
El entrenamiento fue corto y con un clima nostálgico que reinaba entre todos los presentes, tanto allegados como jugadores. Entre los que se acercaron al estadio, estaban Alejandro Freije, Presidente; Gustavo Fernández, Manager del Fútbol; Silvina Gula, y otros simpatizantes y socios de la institución.
El ensayo, en realidad, sirvió de excusa para la despedida de Cristian Aldirico con su equipo y justamente ese fue el final de la práctica. El ya ex director técnico juntó al plantel en el campo de juego y, con sus compañeros de trabajo, se despidió de ellos. Los jugadores, realmente apesadumbrados, tomaron la palabra y también hicieron llegar su afecto a quien supo comandar el proyecto. Finalmente, marcharon todos al vestuario y muchos protagonistas no pudieron contener las lágrimas en los ojos al entender que se acababa un ciclo con grandes logros gracias al trabajo en conjunto.
Así se despidió Cristian Aldirico de Talleres: con el agradecimiento de cada uno de los jugadores y allegados que participaron de su última práctica, aunque con una amargura que se adueñó de la escena y de hasta el propio entrenador, que se notaba realmente emocionado por su partida. Se termina la era más productiva y exitosa de los últimos veintisiete años en Talleres, con un hacedor que demostró que, a partir del trabajo serio y del esfuerzo constante, todo es posible. Que sea un hasta luego, Polaco. Te esperamos.
