"Aprendí muchísimo de mi padre"

Martín Iglesias se brindó por completo para charlar con Frecuencia Albirroja,  mostrarnos su perfil. El marcador central, repasó sus inicios, nos cuenta su visión al fútbol del Ascenso, y mira a futuro, pero con los pies sobre la tierra: "Me siento capacitado para estar en Talleres. Vestir esta camiseta es una vidriera muy grande".  

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Martín Iglesias dialogó a solas con Frecuencia Albirroja, y mostró su perfil también fuera de la cancha.



Para empezar la nota, estaría bueno saber un poco sobre infancia ¿dónde naciste, cómo fuiste creciendo?

Mi vida siempre estuvo relacionada al fútbol. Mi papá ama esto, me lo inculcó desde siempre. De chiquito, siempre jugué con él. El ambiente en mi familia era muy sano, muy tranquilo, muy casero y se mantiene así hasta el día de hoy. Era una persona normal, me gustaba jugar a cualquier deporte. Gracias a Dios conté con una familia muy unida y siempre fui muy feliz.

¿La pelota fue tu juguete favorito?

Sí, como a todos los chicos, creo que la pelota de fútbol es lo primero que se le regala. De toda la vida uno se la pasa pateando. 

¿Dónde diste tus primeros pasos como jugador?

Empecé el Baby en el Club Lavalle, en Monte Grande. Después pase por varios clubes en infantiles: por Lanús, Huracán, Vélez, hasta que en Novena, cuando uno tiene más definido que empieza a dedicarse a esto, hice inferiores en Banfield, de Novena a Quinta. Ahí me tocó quedar libre y fui a Italiano, donde hice un año de Cuarta y después ya subí a Primera. 

¿La mentalidad de llegar a jugar en Primera siempre la tuviste?

Siempre. Por ahí no te das cuenta cuando empezás de chiquito, pero después cuando empezás a mentalizarte más en eso ya estás soñando todo el tiempo en cuando me tocaría jugar en Primera. Ese es uno de los sueños cumplidos que tengo.

¿Podés recordar algún entrenador que te haya marcado en las inferiores?

Siempre me acuerdo del técnico que tuve en Italiano, Fabio Pillani, que fue el entrenador en la Cuarta y durante un interinato que el hizo en Primera, donde me hizo debutar. Por eso es que me acuerdo mucho de él. Después hubo muchos más que significan algo, dos de ellos son Pedro Somma y Raúl Wensel. Pero de todos modos, creo que aprendí muchísimo de mi padre. Fue el que más me inculcó la idea. Es el día de hoy que todo el tiempo me habla de fútbol, me marca todos los partidos errores y virtudes, por sobre todo los errores. De él fue del que más aprendí.  

¿Hay amigos que te haya dejado tu paso por anteriores equipos? 

Por Argentino de Merlo, Federico Chiacchiara, que sigue jugando ahí, Cristian Salvatierra, Rodrigo Ponce. Son personas que al día de hoy todavía me hablo, con los que tengo muy buena relación. De Italiano muy poco, porque ese grupo se separó muy rápido. Yo estuve de transición ahí. En Primera estuve un año y medio e institucionalmente no se daban los resultados. Era un plantel muy cambiante. Muchos buenos compañeros, y conocidos, más aún. 

¿Como te llegó el paso de Cuarta a Primera?

Llegó todo muy rápido. Pillani asume un fin de semana por un partido como interino y juega el Martes. Empata y el Miércoles me sube a mí. El Sábado debuto y de titular. Por suerte se dio todo muy rápido: debuté contra Temperley en cancha de ellos. Igualamos 1-1. Fue inmediato pero lindo. 

En todos los clubes en los que te tocó jugar en el Ascenso te plantaste ante desafíos fuertes.

En el Ascenso se sufre mucho. Se pelea mucho por el sueño de ir ascendiendo escalón por escalón. Hay muchos jugadores que bajan de categorías más altas y por eso a veces a los jugadores que salen de inferiores de un club les cuesta un poco más. Uno la peleó mucho para integrar un plantel de Primera. Pero cuando tuve la oportunidad la traté de aprovechar al máximo y gracias a Dios hace ya siete años que me mantengo en esto. 

A la hora de reforzar a Talleres, ¿sentías que tener recorrido en el ascenso te dio cierto renombre?

Yo me siento capacitado para estar en Talleres. Sé que se trata de una institución muy grande y que me llega en una edad muy buena esta chance. Sé que le puedo dar mucho y que vestir esta camiseta es una vidriera muy grande y que también el Club me puede dar mucho a mí. Estoy feliz en el lugar que estoy y con muchas ganas de progresar.

- Ahora con más tiempo acá en el Club, ¿qué reflexión te merecen los primeros días que pasaste?

Uno se sorprende con la cantidad de gente que maneja al Club, la cantidad de cosas que están relacionadas con el mismo. Se habla con un hincha y sabe que por ahí no se merece estar en la categoría que está. Por eso los que estamos ahora vamos a hacer todo lo posible para poder ascenderlo una plaza y devolverlo así al lugar en el que, mínimo, debería estar Talleres.    

¿Y del hincha, que opinás?

El hincha de Talleres es sorprendente. Lo charlábamos con mi viejo cuando jugamos en la UAI Urquiza o en Liniers, que llevó más gente que el local. Más te sorprende cuando venís de un club donde no se ve eso. 

Esta lesión apareció en un momento que no te esperabas...

Sí, pero yo estoy muy fuerte de la cabeza. Siempre la peleé, nunca me resigné en ningún momento. He tenido años en inferiores en los que no jugaba y siempre me entrené a full. Con el yeso también practiqué a la par de mis compañeros, lo único que no pude hacer era fútbol. Tengo mucha voluntad y mucho sacrificio. Dios quiera que a la larga eso tenga sus resultados.  

¿Qué es lo que más te gusta y, si es que hay, que le cambiarías al fútbol del Ascenso?

Ahora se empezó con algo bueno en materia de cambios que son los dos ascensos. Es algo muy positivo para la Primera C. Y sobre lo que más me gusta, es inexplicable. Amo el fútbol y amo el Ascenso. Yo ando por todas las canchas cuando puedo yendo a ver otros partidos. Primera B y C ando siempre dando vueltas porque amo esto, me encanta. No le cambiaría nada, es hermoso. 

¿Y del fútbol de Primera, que podés opinar?

Primero y principal, te diría que es un sueño llegar ahí. Es un anhelo y uno luchar por lograrlo cuanto antes. La verdad que sería hermoso. Tener las comodidades que quizás no tenés en el Ascenso. Te da otro prestigio como profesional. Es el deseo de todos los que estamos en estas categorías. 

¿De la forma en que trabajás se te van cumpliendo los objetivos que vos mismo te proponés alcanzar?

Sin duda. Sé igual que no soy un nene como para decir que estoy realizando todo lo que quiero porque a los 27 años uno quizá imaginaba estar más arriba. Pero estoy feliz y orgulloso de lo que estoy haciendo y voy a dejar todo para seguir creciendo en esto. 

¿Tenés mucho más para darle al fútbol?

Sí, soy joven y, como dijiste, cuento con una vasta experiencia en la categoría y por eso creo que puedo.